miércoles, 10 de enero de 2018

Spiderman: Homecoming

                      


"Oportunidad desperdiciada". Quizá no haya mejor frase para definir "Spiderman: Homecoming", para un fan del personaje, desde cómics, pasando por los dibujos de los 90 y llegando a las películas de Sam Raimi, la epitome de la comprensión de este personaje llegó en el cine con "Spiderman 2", una de las mejores películas de superheores sobre uno de los personajes que mejor definen el heroísmo en cómics. Desde su vuelta a Marvel Studios (ahora Disney) en Capitan America Civil War, muchos llegamos a sentir que las cosas volverían a encaminarse para el trepamuros, sin embargo el virus Disney se impregno en este Spiderman Starbucks, envasado y con el nombre en el vaso, pero sin sustancia ni sentido.

Hemos llegado a un punto extraño en que las cintas producidas por Marvel no llegan a ser malas, pero no se alzan sobre la mediocridad de unos cuantos chistes para pasar dos horas sin ver algo que cause un verdadero impacto en la audiencia. Despojado de toda indepenencia el Spiderman de Tom Holland depende de Iron Man como nunca un heroe del calibre de Spiderman había tenido que depender de nadie, toda la esencia del heroísmo que empuja a Peter Parker a ayudar a los demás se diluye cuando cada diez minutos su traje le habla o se nos recuerda que este es el Universo Marvel, con agotadoras referencias que no permiten al personaje respirar.

Los escritores de esta nueva versión han olvidado el contar algo sobre Peter Parker que antes no hubiéramos visto, y al igual que con cintas como Dr. Strange han cumplido con que la cinta tenga un inicio y un fin, es decir que una acción lleve a otra sin permitir a los personajes enfrentar verdaderos desafíos. Esto se vuelve extremadamente palpable cuando todas las vicisitudes de la vida de Peter Parker se solucionan sin consecuencias sin que el haga nada: Nadie muere en le ferry, nadie ni siquiera resulta herido en la excursión en el monumento a Washington, Peter abandona a su amigo en la fiesta, pero el sigue siendo su amigo como si nada, también abandona a su equipo en el declathon, pero estos igual ganan, esta falta de desafíos para el héroe por superar hacen que aunque el publico no lo note conscientemente Spiderman Homecoming se sienta vacía.

En cuanto a las actuaciones, aunque individualmente tanto Holland como Keaton son el correcto casting para sus personajes, no se les permite brillar en todo lo que podrían haber dado a la cinta, sin embargo si se deja notar su calidad en algunos pasajes de confrontación, el resto de personajes y actores son lo que se esperaría de una serie de televisión de Disney, y aunque se anunció que Spiderman Homecoming tendría el toque de las películas de John Hughes, dista mucho de esa visión intima de la adolescencia que tenían las cintas de Hughes.

La mejor manera de resumir Spiderman Homecoming es haciendo el ejercicio mental de volver a verla, personalmente creo que es una película que solo soporta un visionado, un hecho que se repite cada vez más seguido en las cintas de la dupla Marvel/Disney, que en favor de hacerla "digerible" y "rentable" para las grandes masas no se arriesgan, y al parecer no se arriesgaran, en crear cintas con un propósito más allá de dar pantalla a cada vez más personajes vacíos.

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