De principio a fin Avengers: Infinity War es una continuidad de acción en una sola dirección, donde la confrontación es el catalizador principal, como un río chocando contra obstáculos, el protagonista, en este caso el villano Thanos, ha emprendido una cruzada al mismo estilo de la guerra relámpago nazi para eliminar la mitad de la vida en el universo. Si bien Avengers (2012) sentó un precedente sin igual en la historia del cine, donde una serie de películas conducían a un evento principal donde todas estas historias confluían, la nueva cinta de Marvel eleva la apuesta a la potencia diez, haciendo de Infinity War el evento por el cual los fans de estas franquicia han esperado diez años. Un proyecto tan ambicioso podía fallar estrepitosamente y sin embargo dentro de las reglas del juego establecidas por sus propios creadores Infinity War logra cumplir no solo las expectativas sino superar lo que muchos esperaban.
El salto de calidad que empezara con Iron Man (2008) logró su segunda cima con Capitan America: Winter Soldier (2014) principalmente gracias a la dirección de los hermanos Russo cuya base venía de sus trabajos en televisión en series como Arrested Development, Happy Endings y Community, donde demostraron increible maestría para dirigir una historia de acción y desarrollo de personajes, donde ya monstraron su calidad para incorporar distintos personajes y perspectivas en una sola historia, con el personaje de Nick Fury, Flacon, Natasha Romanoff y Steve Rogers como ejes de una historia madura y atrapante. Fue este éxito en critica y audiencia lo que los llevo a dirigir Capitan America: Civil War (2016) donde no solo supieron contrastar las diversas personalidades de tantos personajes, sino usarlos de forma precisa para otorgar una satisfacción en cuanto a narrativa al espectador.
Este es el camino que ha hecho de Anthony y Joe Russo los directores ideales para este leviatán cinematográfico, que en manos de cualquier otro u otros directores hubiera sido desde un fracaso rotundo hasta una película mediocre, y no el éxito comercial y de aceptación de audiencia que es hoy. Cabe decir que las cintas Marvel nunca han sido la crema del placer intelectual cinematográfico, pero es cierto que quién escribe, además de un cinéfilo, es un amante de los cómics, los cuales, al igual que el cine, son atrapantes, debido en gran parte a la épica que tienen, como antaño las mitologías, y por la creatividad ilimitada que estos pueden ofrecer. En el mundo el cómic eres libre de hacer lo que quieras, tus personajes pueden tener todo poder que desees y puedas justificar de alguna u otra forma no tan clara, porque lo que facilita que tu lector pueda conectar con la historia es la conexión emocional que puedas tener en ellos y la historia. Este realismo emocional permite que conectemos con Teseo o Tony Stark a pesar que nunca hallamos combatido contra un minotauro o Thanos. Esta es la clave que nos permite pasar de los primeros pasos de bebé donde debíamos entender que Iron Man tenia que usar un desarmador en pantalla para que podamos creer en la existencia de su traje, a verle aparecer y desaparecer escudos y armas al instante usando nanotecnología.

Los limites de lo verosímil se desdibujan en Avengers: Infinity War al mismo tiempo que las motivaciones aterrizan desde el inicio, dos horas y medias después notará que no ha sentido que las emociones se detuvieran en ningún momento y que ha pasado mirando la pantalla sin bajar la mirada, se dice en técnica narrativa que el inicio del interés del espectador por cualquier historia es cuando el protagonista determina su deseo, el objetivo final que justifica su existencia, aquello que lo empuja hacia adelante, en el caso de nuestro protagonista Thanos este es traer el balance al universo. De forma interesante este "deseo" no se presenta de forma directa, sino que recurre a la tecnica que se inicia en Avengers (2012) llamada macguffin, el cual es un objeto que mueve la historia, por ser el objeto de deseo de protagonista y antagonista, el termino creado por Alferd Hitchcock ilustra como el tener un objeto como el "deseo" de nuestros personajes es una herramienta sencilla para avanzar una narrativa.

La necesidad de Thanos se expresa, como en la saga original de Star Wars, a través de la paternidad, algo que Cesár Vallejo expresaba muy bien al decir: "todas las cosas en el universo son inevitablemente padres e hijos". Las épicas casi siempre confluyen en esta dualidad e Infinty War tiene esta misma base, en una versión retorcida del "con un gran poder viene un gran responsabilidad", que hace que el poder de Thanos y su intelecto lo lleve a, de una forma egocentrista y equivocada, hacerse cargo de la responsabilidad por todo un universo, al decidir esto su necesidad se vuelve en un camino hacia volver la mayor figura paterna de todas: un dios. La tercera piedra angular de la construcción de Thanos y por tanto de su arco argumental, el cual es el mismo que Infinity War es la debilidad del personaje. Esta debilidad es poderosa en Thanos al estar ligada a su deseo , en este caso es su lado paternal.
Las dieciocho películas hechas para los demás personajes hacen que estos no necesiten mayor introducción y la acción empiece desde los primeros minutos, donde la acción y reacción son apaciguadas para que las emociones puedan ser digeridas por el espectador con momentos de comedia, lo maravilloso de el pasado de dirección de comedias de los hermanos Russo hace que a su cualidad de poder narrar historias con muchísimos personajes, se sume una increíble habilidad de manejar los diferentes tonos de las franquicias Marvel, poniendo en una misma escena el humor de las sagas de Guardianes de la Galaxia, Thor, Iron man o Spiderman. Esto se debe al manejo magistral de la comedia que tienen los hermanos Russo. cosa aparte son los gags y chiste que en verdad son el punto débil de todas las franquicias, pero que en este caso, con algunos altibajos, logran hacer mas llevadero y relajante el largo metraje de la cinta.
Cinematográficamente los directores saben posicionar a los actores según el nivel de intensidad y la importancia que quieren darles, la dinámica del movimiento es en algunos casos muy buena, en otros un poco forzada, dado a la cantidad de personajes que hay y sobre todo al tono que ya tienen, lo que no permite jugar con su fisicalidad mas allá de lo que ya se ha visto en sus franquicias, por tanto Dr. Strange debe tener cierta corporalidad frente a Star y Banner de igual forma, sobre todo dado el cambio que se le dio en Thor Ragnarok. Entonces podremos decir que Avengers: Infinity War se siente en mucho como una Guardianes de la galaxia volumen 3, o Dr. Strange 2, o Thor 4, o Spiderman 2, o Iron man 4 siendo estos los personajes cuya trama se desarrolla mejor, dado que el tono y la estética que mantiene cada escena de estos personajes da esta sensación, lo cual en mi opinión es un acierto teniendo en cuenta que esta debe haber sido la decisión de los directores, que si comparamos con Justice League podemos notar que sus personajes no guardan relacion con su entorno visto en Man of steel o Batman v Superman.

Esto contraste con lo sucedido con Capitan America, Falcon, Black Widow, Black Panther, Okoye, Bucky o Shuri y menor parte con Vision y Wanda, todos ellos tiene una linea argumental basada en la trama, como acción y reacción, y no una basada en los personajes, esto quiere decir que es la trama la cual mueve hacia adelante a los personajes y no los personajes a la trama, esto y el poco desarrollo de The Black Order son los dos puntos mas débiles de Avengers: Infinity War, lo cierto es que es perdonable dado la gran cantidad de personajes que maneja la cinta, por momentos se ven cierta motivaciones en Wanda y Vision y en Proxima Midnight y Corvus Glaive, pero no hay tiempo para interiorizar ni en ellos ni en Bucky o T'challa, un acercamiento más emocional a estos personajes podría haber resultado en un gran acierto o en un increíble error que desmontará todo el ritmo vertiginoso que tiene la cinta. En esta cinta el balance es algo muy delicado, por tanto que estos personajes no pudieran tener mayor participación es algo que extraño, como si lo lograron en Civil War con diez minutos de Ant man o quince minutos de Spiderman.
El manejo de la acción como recurso narrativo de los hermanos Russo es otro de sus puntos fuertes, como ya se había visto en sus cinta Capitan America: Winter Soldier (2014) en Avengers: Infinity War este detalle por el balance de la acción a favor de sobrellevar la trama es otro de los causales de que las dos horas y media de duración no se sienta, en mayor grado de maestría podemos ver un ejemplo de este recurso cinematográfico en cintas como Mad Max: Fury Road , donde la acción física se basa en ir de un lugar a otro y de vuelta, un aspecto importante de la cinematografía es encontrar el espacio en el que la historia se desarrolla y hacer que esta recorra ese espacio, otro ejemplo es la trilogía de The Lord of the Rings (2001-2003) , en la cinta de los Russo el salto de espacios no se siente forzado a pesar de cubrir un amplio abanico de lugares que van desde Nueva York, el espacio exterior, Wakanda, Nidavellir, Vormir y Titán, un logro ejemplar dado que es la primera vez en la que vemos estos lugares conectados entre sí.
Las actuaciones son otro punto destacable y es que Marvel ha sido capaz de embarcar en sus cintas a algunos de los mejores actores del medio y a grandes descubrimientos como es el caso de Dave Batista y Chris Hemsworth, donde tenemos grandes actuaciones de Zoe Saldana como Gamora, Benedic Cumberbach como el Dr. Strange, sumándose la poderosa actuación de Josh Brolin como Thanos, estas tienden a interiorizar los pensamientos y sentimientos de sus personajes, que en algunos casos tienen apenas instantes para actuar, el trabajo de los directores se simplifica al dar libertad a los actores para impovisar sobre personajes que conocen muy bien, pudiendo así llevar la visión que anterior directores han tenido para ellos. Es asombrosa la capacidad de trabajo en equipo y humildad que ha logrado desarrollar Marvel con sus directores y actores, casos como Batista y Hemsworth, son dignos de realzar dado que ambos han llevado la comicidad de sus personajes a los extremos que los directores James Gunn y Taika Waititi han visionado para estos.
Todo artista conoce la sensación de terminar una obra y saber que podría ser mejor, el espectáculo que es Avengers: Infinity War no puede compararse con cintas más personales, pero si con aquellas grandes producciones destinadas a un éxito mundial, recuerde lector que la película debe funcionar tanto en América Latina como en Asia y en África, solo por eso el gran grado de dificultad la hace un gran logro cinematográfico, aún tendremos que esperar por una evolución de este universo que nos ofrezca cintas cada vez mejores, Marvel a logrado crear un familia entre fans, directores y actores, esto potencia las posibilidades de contar con cintas como estas durante muchos años más, esperemos que nos sorprendan con cada vez mayores riesgos, la única forma de crecer.

Cinematográficamente los directores saben posicionar a los actores según el nivel de intensidad y la importancia que quieren darles, la dinámica del movimiento es en algunos casos muy buena, en otros un poco forzada, dado a la cantidad de personajes que hay y sobre todo al tono que ya tienen, lo que no permite jugar con su fisicalidad mas allá de lo que ya se ha visto en sus franquicias, por tanto Dr. Strange debe tener cierta corporalidad frente a Star y Banner de igual forma, sobre todo dado el cambio que se le dio en Thor Ragnarok. Entonces podremos decir que Avengers: Infinity War se siente en mucho como una Guardianes de la galaxia volumen 3, o Dr. Strange 2, o Thor 4, o Spiderman 2, o Iron man 4 siendo estos los personajes cuya trama se desarrolla mejor, dado que el tono y la estética que mantiene cada escena de estos personajes da esta sensación, lo cual en mi opinión es un acierto teniendo en cuenta que esta debe haber sido la decisión de los directores, que si comparamos con Justice League podemos notar que sus personajes no guardan relacion con su entorno visto en Man of steel o Batman v Superman.

Esto contraste con lo sucedido con Capitan America, Falcon, Black Widow, Black Panther, Okoye, Bucky o Shuri y menor parte con Vision y Wanda, todos ellos tiene una linea argumental basada en la trama, como acción y reacción, y no una basada en los personajes, esto quiere decir que es la trama la cual mueve hacia adelante a los personajes y no los personajes a la trama, esto y el poco desarrollo de The Black Order son los dos puntos mas débiles de Avengers: Infinity War, lo cierto es que es perdonable dado la gran cantidad de personajes que maneja la cinta, por momentos se ven cierta motivaciones en Wanda y Vision y en Proxima Midnight y Corvus Glaive, pero no hay tiempo para interiorizar ni en ellos ni en Bucky o T'challa, un acercamiento más emocional a estos personajes podría haber resultado en un gran acierto o en un increíble error que desmontará todo el ritmo vertiginoso que tiene la cinta. En esta cinta el balance es algo muy delicado, por tanto que estos personajes no pudieran tener mayor participación es algo que extraño, como si lo lograron en Civil War con diez minutos de Ant man o quince minutos de Spiderman.

Todo artista conoce la sensación de terminar una obra y saber que podría ser mejor, el espectáculo que es Avengers: Infinity War no puede compararse con cintas más personales, pero si con aquellas grandes producciones destinadas a un éxito mundial, recuerde lector que la película debe funcionar tanto en América Latina como en Asia y en África, solo por eso el gran grado de dificultad la hace un gran logro cinematográfico, aún tendremos que esperar por una evolución de este universo que nos ofrezca cintas cada vez mejores, Marvel a logrado crear un familia entre fans, directores y actores, esto potencia las posibilidades de contar con cintas como estas durante muchos años más, esperemos que nos sorprendan con cada vez mayores riesgos, la única forma de crecer.