domingo, 31 de diciembre de 2017

Star Wars VIII: The Last Jedi


Hablar de Star Wars hoy en día es algo agotador, pues el cine moderno ha mutado en una suerte de franquicias interminables, y la máquina de comprar empresas que es Disney a traído a la vida algo que en realidad George Lucas,el creador de una de las sagas más famosas de la historía,  que finalmente también es un empresario visionario, ya había imaginado vagamente: expandir los seis capítulos originales de su historia a nueve.

Comienzo hablando de franquicias y empresas pues poco de historia hay para comentar sobre esta nueva trilogía de Star Wars, un sin sentido desde el principio. Esto no quiere decir que The Last Jedi no sea una historia en momentos entretenida, sino más bien que carece de toda razón para realizarse en concordancia con las anteriores películas con las cuales comparte titulo y personajes. Las prisas en envolver y empaquetar nuevos juguetes han dejado una historia ridícula para la continuación de una saga original que marco una época.

Si bien las precuelas (mal hechas) eran en cierto sentido necesarias para conocer (si se quiere) como los personajes de la saga original llegaron a ser quienes son, estas secuelas se sacan del sombrero ideas, personajes y situaciones tan extrañas que son poco sostenibles. En "The Force Awakens" el autoplagio ya hacia levantar el ceño del espectador más exigente, y si bien este autoplagio, respecto a "The Empire strikes back" y "Return of the Jedi", también esta presente en "The last Jedi" las ideas "novedosas" de esta provocan verguenza ajena ante la poca maestría para desarrollar una epica y aprovechar a sus propios personajes.

Tal es el caso de Finn que en esta parece no tener sentido de existir y se convierte en el Deus ex machina de todo ataque contra la "Primera Orden", así Finn no solo limpiaba el Star Killer sino también la nave insignia de Snoke, otro de los personajes puesto en escena solo para desaparecer. El ridículo de Star Wars continua cuando las sin razones de las sagas originales son elevadas a la N potencia, en entrenamientos de dos días que te permiten ser un experto maestro en el uso de la Fuerza, o inentendibles secretos dentro de la linea de mando a bordo de un crucero de la "Resistencia" donde el personaje de Poe Dameron, una especie de relevo para Han Solo, se mantiene corriendo y discutiendo sin poder abordar una sola nave y de forma vergonzosa siguiendo una linea narrativa que no conduce a nada.La historia de casi dos horas y media de duración tiene al menos seis "plots" lo que la hace aún más agotadora, en lugar de ser sorpresiva o dinámica, lo cual supongo debe haber sido su punto de partida inicial

Si algo de esta se salva es posiblemente el personaje de Kylo Ren que en esta ocasión se mantiene fiel a su desarrollo y se permite tener un conflicto que lo haga interesante. Por lo demás, la mitología se destruye para dar un punto de vista interesante al balance del universo y el bien y el mal, pero es desperdiciado cuando se traiciona a si misma para dejar en el aire nuevamente al mal por un lado y al bien en el otro. Star Wars deja de ser la historia de una familia, para ser la de un equilibrio en el universo dando paso a nuevos e inesperados actores surgidos de la nada como Rey. The Last Jedi no tiene la épica de la saga original, la consistencia de un buen argumento, el desarrollo adecuado de sus personajes, ni la claridad de una buena narración, sin embargo puedo llegar a gustarle, en estos tiempos eso no es improbable. Habrá que pensar como separar estas películas de aquellas que tanto amamos.


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